Palabras de la Madre delegataria de undécimo grado, Mayerlín Galindo, durante la entrega de la placa conmemorativa de los 45 años de la fundación de CIEDI.
¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción; y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
Pedro Calderón de la Barca.
Un día como hoy, hace 45 años, inició el sueño modelo educativo CIEDI, enfocado en la construcción de proyectos de vida que inspiran para transformar. El punto de partida fue el profundo amor por la educación y el pensamiento visionario de nuestra creadora fundadora Clarita, como cariñosamente le decimos. Este fue un sueño que se materializó con el firme deseo de servir, cuyo propósito desde el comienzo que fue el de educar desde la individualidad.
Hoy, padres e hijos de la Promoción 2023 y toda la comunidad CIEDI, celebramos este momento, reconociendo un importante trasegar en su evolución como Colegio Internacional, creciendo en su oferta académica y promesa de valor. Igualmente, sentimos orgullo al ver el crecimiento, no sólo físico de nuestros hijos – la mayoría desde preescolar- sino la transformación de nuevas vidas, nuevas generaciones, nuevos sueños.
Todos, padres e hijos y docentes nos han visto en esta trayectoria. Recordamos seguramente con nostalgia, pero también con emoción, ese primer día de Colegio, las entregas de reportes, las malteadas literarias, cada Sunset Picnic al que acudimos, las convivencias en Casa Ganesa, la sentida ceremonia de la noche que antecede a la primera comunión preparada por Clarita, Manuelito y el Padre, los Open Day, los coros… Todas estas actividades, al igual que un día como hoy, con la espectacular entrada de la promoción 2023 y su magnífica presentación, son el reflejo de jóvenes con verdadera pasión y deseo de acertar. Estos recuerdos sellan nuestra memoria.
Solo tenemos gratitud infinita para cada uno de los docentes que impartieron sus saberes a esta honorable promoción desde edad temprana, quienes al igual que nosotros, deben sentir el orgullo de haber formado y forjado nuevos talentos. Sentirse alumnos y docentes plenos, aunque aún queda ese cuarto de milla por recorrer para alcanzar esa meta.
Así mismo, gratitud infinita con Dios y la vida que nos permitieron llegar a este punto, para hacer de este un momento memorable, en el que recordaremos que los sueños son la meta; la imaginación, el transporte, y la realidad, el punto de partida.
Gracias.
Mayerlín Galindo
